domingo, octubre 31, 2004

Minimal

Las matemáticas se basan en axiomas. Conceptos indemostrables pero tan obvios que sabemos que son verdad. Una posible demostración de que estos axiomas tienen que ser verdad es la aplicación que se hace de ellos, física o ingenieril. Se coge un puñado de ellos, se les empieza a hacer todo tipo de guarradas y finalmente obtenemos un teorema. Este teorema se aplica junto con otros y salen cosas que concuerdan con la realidad. Esto podría llamarse la demostración del axioma, al menos en esta parte del universo.

Es curioso que en la definición de teorema aparezca la palabra inferencia. No es una definición que me parezca muy acertada, ya que termina con la palabra "aceptada". Y eso es meter subjetivismo al asunto, y el subjetivismo no es nada científico.

La inferencia podemos considerarla base de conocimiento. Con ella construimos herramientas más poderosas, con ella pensamos. Sin embargo en su tercera acepción significa producir ofensas, agravios o heridas. Parece poco acertado, pero en el fondo lleva razón. Actualmente me atrevería a decir que la mayor parte de la potencia de inferencia cerebral del mundo se utiliza para fines económicos.

El pensar para ganar dinero porque al final es pensar para comer, para poder hacer lo que se quiere, tener lo que se desea, es pensar en que tan solo somos unos pequeños factores en la economía global. Un flujo de dinero que va de mano en mano. Todos queremos tener mucho dinero pero solo una ínfima parte puede decir que lo consigue realmente, que se mete en ese flujo y es capaz de dirigir una cantidad sustancial hacia sus intereses. Cada nacimiento es alguien que va a manejar dinero en un futuro, que va a producir movimiento en ese flujo. Ese dinero es el que actualmente determina si estas arriba o abajo, el resto son buenas palabras que al final se quedan en el aire. Si la capacidad de inferencia de un ser humano se ve potenciada con la necesidad de dinero hasta tal punto que solo se realiza algo a cambio de dinero entonces podemos decir que somos autenticos factores en ese flujo económico.

Quizá el ser humano no pueda pensar sin dejar de ser humano.

1 Comentarios:

At 5:39 p. m., Blogger Giskard ha opinado...

A estas alturas yo creo que no se puede, somos glóbulos rojos como dices xD.

Yo pienso en la economía como un estándar de comunicación, un protocolo de acciones. Empezó con el trueque como un medio para conseguir cosas de forma conjunta manteniendo los intereses individuales, pero eso es poco efectivo ya hay servicios para los que es imposible utilizar este sistema. Para construir una casa un agricultor no puede pagar los servicios de los obreros con patatas, vaya alimentación durante 4 o 5 meses que dure la obra xD.

Por eso veo el dinero como una medida de la valoración de una acción determinada, una recompensa a cambio de un interés propio, dando igual los intereses de la persona recompensada.

Esto tiene muchisimas ventajas y es un modelo muy bueno, porque basta obtener muy buena valoración, muchas recompensas por el trabajo, para poder utilizarlo como queramos, independientemente de los intereses que lo generó, para recompensar a otras personas que actuen por nuestros intereses.

También tiene muchas desventajas cuando en la practica es algo no equilibrado. Si alguien provoca un interes colectivo con el que consiga mucha recompensa sin apenas coste (en tiempo) en sus acciones destroza el flujo, como poner una roca en mitad de un torrente de agua.

Otra desventaja es el aislamiento total de intereses entre las dos partes, eso provoca que el dinero pueda ser usado para cualquier fin (ventaja/desventaja a su vez).

Sistema muy complejo que potencia el movimiento humano global gracias a esos intereses individuales, sean cuales sean, y esa es su mayor debilidad también.

 

Publicar un comentario

<< Principal